Los Médicos de ricos y que conste no lo criticamos, son los que trabajan en áreas residenciales en Panamá como Punta Pacífica, Punta Paitilla y cuyos honorarios están por las nubes en la llamada Medicina Privada.
Es para ese tipos de pacientes que pagan con chequera o con tarjeta claves o de Crédito, la cifra que se les diga, sin titubear, a diferencia de los que regatean hasta en una consulta de 5 dólares. Claro tampoco los criticamos, porque los pobres son ampliamente mayoría.
Pongo el ejemplo, yo puedo pagar una de estas consultas y fui a ver a un ortopeda para un trabajo que tenia que hacerme en una uña, algo que hacia en Clínica Nicole en una modesta camilla por la módica suma de 10.00 dólares, mientras en otras de la misma zona cobraban 25.00 . En resumen, me salía todo como en 400 dólares con salón de operaciones e instrumentistas, en fin fui a una de estas clínicas populares y me la sacaron por los 25.00 dólares, aunque ese no era el trabajo que llevaba, pero pagar esa suma por algo tan sencillo y simple, no pude. Hace unos días tuve que ir al odontólogo y por cambiarme un pedazo de calza de una muela y en una clínica popular nada menos que 50 palos, válgame dios y hacia un par de meses ahí mismo con la misma odontóloga, solo 35.
Yo puedo trabajar con la High clase, pero en verdad esto lleva todo un ritual y una ambientación especifica. Pero…definitivamente donde me siento bien es atendiendo a los pobres y visitando una casa de un campesino, sentado en un silla, recostado en la pared y tomándome un café acabado de hacer con la brisa natural y no metido en una capsula con aire acondicionado, incluso cuando no hace falta y aunque se pase frio.
En la Clínica Nicole alternábamos con todo tipo de pacientes, todos tenían una opción, ahorita hemos cambiado 180 Grados el teatro de operaciones con un mínimo de condiciones, pero ejerciendo eso si una medicina diferente, mas ortodoxa, pero jugamos en cualquier terreno. Estoy seguro que muchos especialistas sentirían un temor subliminar en lugares como este.
Nos sentimos bien, estamos felices por muchas cosas, somos asalariado y vemos también la parte buena de serlo. Poco a poco lo iré explicando.
Sentimos tener que abandonar a nuestros fieles y antiguos pacientes que confiaban ciegamente en nuestro ejercicio de la profesión, pero es imposible estar en dos lugares al mismo tiempo, por lo que hemos tenido que asumir nuestro nuevo rol y como es lógico hacerlo lo mejor posible.
En mas de tres años, Dios primero, no hemos tenido ningún fallecimiento, ni siquiera por una inadecuada práctica. Si nos hemos visto con gran estrés, como en el caso de un parto de una paciente con Desproporción Céfalo Pélvica y sufrimiento fetal agudo o como otro Sr. con una Hemorragia Cerebral, pero hemos salido librados. Aunque este tipo de trabajo no se paga con todo el oro del Mundo, pero eso teníamos que haberlo sabido a la hora de escoger la carrera, nunca escatimamos esfuerzos para lograrlo, incluyendo un segundo internado en el Hospital Santo Tomas a la edad de 50 años, algo que no se lo deseo a nadie.
Aquí somos especialistas de todo y Capitán de nada, por lo que la población depende enteramente de nuestra capacidad para sortear obstáculos sin poder hacer ninguna consulta especializada, porque estos ni siquiera, quieren ir a lugares del interior cerca de la capital y con carreteras, ni soñar con un lugar como este.
La misma suerte corren poblados Colombianos cercanos que a veces le resulta mas económico verse en territorio panameño específicamente nuestro Centro de Salud ya que ni siquiera disponen de Médicos privados lo cuales atendemos con el mismo interés, pues aprendimos a ver a todas las personas de el país que sea, como nuestros hermanos.
Trabajamos con confianza, pocas cosas nos quitan la calma siempre y cuando, hagamos las cosas lo mejor posible, aunque las urgencias de los indígenas, si que son urgencias y cuando te dicen que un lactante viene por diarreas, es que ya están completamente deshidratados o con crisis de Asma, al punto del colapso.
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